14 enero 2007

Si alguna vez me cruzo con Dios por la calle, no podré evitar preguntarle: ¿de verdad te caigo tan mal?

Ojala supiera cómo expresarme. Miguel Ángel dedicó su vida entera a hallar la perfección y sin embargo, no la encontró. Es difícil tratar de hilar las hebras de la mente, más aún cuando tienes tanto por decir que se te escapa de las manos. A menudo, dedicamos horas y días para dar con ese verso traicionero, que encandile la mirada del lector.


La Gaceta de Medianoche no es más que ese punto de encuentro, una comunidad literaria anónima de carácter libre, donde se entrelazan los pensamientos de aquellos que viven de noche y sueñan de día, donde verdad y mentira son solo una ficción.



El Gato Negro