Pasos y manos.

(Pasos y manos)

Cada vez que diste tus primeros pasos estirabas tus manos.

Sentías que te caías pero allí estaban sujetándote fuerte.

Corrías y llegabas hasta que ellas te envolvían

y elevaban hacia su corazón.

Corazón de madre,

manos de divinas.

Aprendiste que la única forma de caminar es de la mano.

Hiciste alianzas uniendo tus manos,

formando filas de manitas pequeñas.

Tocaste otras frágiles como las tuyas,

pero muy alegres y vivaces.

Manos curiosas que jugaban con el viento

y juntas con otras formabas un firmamento.

Aprendiste que la única alianza verdadera

es aquella que va de la mano.

Luego dejaste de tomar la mano de tus compañeros,

pero como las extrañas entre tus dedos.

Ahora tus manos dibujan, aprenden,

hablan, se asombran y cantan.

Tus manos se adiestran,

convirtiendo a tus dedos en expertos maestros.

Aprendes que tus manos enseñan.

Tus manos se hacen fuertes,

pero a la vez añoran suavidad y calidez.

Ahora tus manos están listas para transmitir calor y amor.

Las caricias al principio torpes tornan tiernas y sutiles.

Tus manos son alas gráciles que también transportan sentimientos.

Aprendiste que tus manos acarician y aman.

Con tus manos caminas, te unes, aprendes y amas.

Solamente cuando tocan a otras como las tuyas

a las cuales mis manos están unidas.

Cuando te mire,

no detengas nuestras manos,

deja que caminen juntas.

Cuando te mire,

deja que nuestras manos se unan.

Cuando te mire,

deja que nuestras manos se amen.

Deja a tus manos con las mías volar juntas,

como tu y yo

cuando vamos de la mano.

Juan Calle-Bellido

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