Soy tu diosa dormida, la que espera
por tus piernas, altiva galería
al elevar la mano temblorosa
entre duras columnas de deseo.
Te aguardo en el refugio…Tú conoces
indivisos los bravos vericuetos.
No hay cadenas que amarren la esperanza.
Ni fantasmas que libren la ofensiva.
Solamente una lágrima muy antigua
que se pasea terca por mis ojos
Apetece tus besos, amor mío.
Devuélveme la vida que he perdido.
Es calmoso apetito de tu cuerpo
Casi niebla inmortal por experiencia.
AMALIA LATEANO
El deseo oculto se pasea rampante por los desatinos amorosos!
ResponderEliminarUn Besito Marino
Muchísimas gracias, , por tu lectura y tus palabras que son muy motivadoras.
ResponderEliminarUn abrazo.
AMALIA