27 mayo 2011

MADRIGAL


Tu palabra sencilla
que me llega al alma desde muy lejos
como canto tierno de los vencejos
es para mi tristeza
un dulce manto de tibia ternura
con la sublime hechura
de bordados terciopelos de alteza
para darme grandeza.
No me confundas en mujer de arcilla.
 
AMALIA lATEANO

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