cuando el sol invernal,
pega en los cristales
en múltiples colores,
pedí un café,
sin mirar,
sin hablar,
le puse azúcar,
lo revolví,
sin mirar,
sin hablar,
bebí lentamente
mi café,
sin mirar,
sin hablar,
habiéndolo bebido,
sin mirar,
sin hablar,
sin recordar,
miré mis manos,
apreté mi cabeza,
y lloré,
sin mirar,
sin hablar!
lidia-la escriba/influencia de J.Prevert/imagen de la red
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