La visita
En una ciudad gris, llena de
gente gris, un extraño llegó y se instaló en una casa vieja y destartalada. Al poco
de convivir allí se descubre su rara faceta de dar de comer a las mariposas.
Las alimentaba continuamente y engordaban y engordaban hasta que reventaban explotando y eclosionando
entre ellas, dando lugar a la paleta de color más grande que se haya visto
jamás. La magnífica mezcla de colores llenaba el aire de tonalidades que no existen. Una vez
ha sembrado el asombro, marchó rumbo a
otra ciudad sin que nadie le detuviera.
Ahora todo es de un color indescriptible, pero las crisálidas están
vacías.
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