20 febrero 2009

Yo sabía que me había muerto.

Después de mucho tiempo lo había logrado, mi eterno retiro, ya podía disfrutar de mi propia casa en las afueras de la ciudad, me gustaba especialmente mi biblioteca, con su alfombra, sus estanterías repletas, una pared con un cuadro enorme, una estufa a leña hecha de piedras, y una ventana que daba al jardín, directamente al limonero. En el centro tenia una mesa de pool y un piano. Mi sofá estaba de espaldas a la ventana, y a mi izquierda tenia mi mesita de licores y tabaco.Un domingo, después de una comida familiar, de las que duran hasta las seis de la tarde, después del café, mi esposa, mi hija y su marido, salieron al sol del jardín a tomar el té, eran cerca de las tres de la tarde y a mi se me cerraban los ojos del sueño. Me fui a mi biblioteca, eché algo de leña a la estufa, y me senté en el sofá, encendí mi pipa y me serví un whisky. Tenía todos los puntos a favor para una merecida siesta, estaba leyendo "La senda del perdedor" de Bukowski, el sol me calentaba la espalda. Poco a poco me iba quedando dormido, sentía mucha paz, cómodo y relajado en el sofá, estaba feliz. Dejé caer el libro, puse el vaso y la pipa cuidadosamente en la mesa, y entonces me morí.Si, estaba muerto, me había tocado, no estaba dormido porque de alguna forma sabia que había muerto. Estaba flotando en la nada, no oía nada, no veía nada, no sentía dolor.Sólo pensaba y sentía paz, no puedo explicar como es la nada, porque no es descriptible con palabras, y no la puede imaginar ninguna persona. Sólo Yo se como es.Al cabo de un rato, pude oír una voz lejana y una fuerte luz me atravesaba los parpados.- Cariño, despierta, te has dormido en el sofá y te va a doler la espalda.Estaba desconcertado.- Gracias, ahora salgo al jardín.Estaba dormido, pero Yo sabía que me había muerto.

4 comentarios:

  1. Jajajajaja me gusta la idea, es buena. Es tan graciosa como negra.

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  2. tal vez despues de la muerte, la vida sigue igual en una realidad paralela, como si nunca hubiera pasado nada, y así con nuestras personas cercanas, tarde o temprano, de una forma u otra, acabamos juntos, cada uno con su realidad.

    o simplemente murió y volvió, o simplemente soñó, o nunca pasó.

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  3. Después de todo, todo ha sido nada,
    a pesar de que un día lo fue todo.
    Después de nada, o después de todo,
    supe que todo no era más que nada.
    Grito "!Todo!" y el eco dice "!Nada!".
    Grito "!Nada!" y el eco dice "!Todo!".
    Ahora sé que la nada lo era todo,
    y todo era ceniza de lo que fue nada.
    (Era ilusión lo que creía todo
    y que, en definitiva, era la nada).
    Que mas da....

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