Hay el amor! que felices y que infelices nos hace.
Cuando era muy joven una vez me senti muy enamorada, tanto que en vez de caminar flotaba, todo me emocionaba y la vida era maravillosa. Hasta que se fue, para siempre, para nunca volver. Nunca lo he podido olvidar. Era muy joven, era inexperta, era pura, inocente, buena.
Y un poema inspirado en ese amor hoy quiero compartir....
Ojalá que las hojas del cedro no te toquen las mejillas cuando caigan,
para que no las puedas convertir en lagrimas de cristal,
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que cubre todo tu cuerpo,
Ojalá que la luna llena pueda esconderse de ti,
Ojalá que la tierra triste y seca no te bese los pies.
para que no las puedas convertir en lagrimas de cristal,
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que cubre todo tu cuerpo,
Ojalá que la luna llena pueda esconderse de ti,
Ojalá que la tierra triste y seca no te bese los pies.
Ojalá se escape tu mirada constante,
se fuguen las frases correctas y acertadas,
se distorsione la mirada divina, la sonrisa perfecta.
se fuguen las frases correctas y acertadas,
se distorsione la mirada divina, la sonrisa perfecta.
Ojalá hagas algo equivocado para que te borre de pronto:
una palabra que hiera, una infidelidad,
una espada de fuego, una mentira,
una cuchilla enemiga.
una palabra que hiera, una infidelidad,
una espada de fuego, una mentira,
una cuchilla enemiga.
Ojalá por lo menos que me lleve la noche y con ella el olvido,
para no pensarte tanto,
para no tenerte presente,
para no sentirte siempre,
en todos los segundos,
en todas los espejismos,
en los caminos torturados de mi mente.
para no pensarte tanto,
para no tenerte presente,
para no sentirte siempre,
en todos los segundos,
en todas los espejismos,
en los caminos torturados de mi mente.
Ojalá que no pueda tocarte con las cuerdas de mi guitarra,
con las palabras de mis poemas,
con las melodias de mis canciones,
con las palabras de mis poemas,
con las melodias de mis canciones,
Ojalá que los amaneceres no reconozcan tus caricias,
los dedos que recorrian amorosos mi espalda.
Ojalá que tu nombre se me olvide
que no recuerde el sonido dulce de tu voz,
los dedos que recorrian amorosos mi espalda.
Ojalá que tu nombre se me olvide
que no recuerde el sonido dulce de tu voz,
Ojalá las paredes no graben tus pasos llegando
Ojalá que mis ansias de ti se esfumen como el humo de tu cigarro,
que no me sigas torturando con los fantasmas de tus besos difuntos
de tus flores que duermen secas dentro del cuaderno de mis poemas.
Ojalá que mis ansias de ti se esfumen como el humo de tu cigarro,
que no me sigas torturando con los fantasmas de tus besos difuntos
de tus flores que duermen secas dentro del cuaderno de mis poemas.
Marisabel
Se sucede como si fuera un olvido forzado y a regañadientes.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Es que el olvido es muy largo (como era el dicho ese: :"Que corto es el amor y que largo es el ovido"
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