Puedo condecorar la alegría con penas y heridas de guerra que enorgullezcan al caminante que la posea...
Puedo disparar mil armas para asediar tu ciudad santa,
puedo penetrar tus tesoros e imaginar caminar por las calles amuralladas de tu conciencia...
Puedo simpatizarle al cielo...
pero eso es solo un comienzo.
Puedo disparar mil armas para asediar tu ciudad santa,
puedo penetrar tus tesoros e imaginar caminar por las calles amuralladas de tu conciencia...
Puedo simpatizarle al cielo...
pero eso es solo un comienzo.
Por poder, miles, pero no todos los miles, se acaban.
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