Un tango montevideano.
Esta es la poesía rante,
de un atrevido galante
camorrero y orejano.
Un varón napolitano,
también blandengue y llorón.
Que acompaña al bandoneón
con su canto apuñalado
en tono desafinado.
Memorias de un revolcón.
Tenía una honda herida
de una minusa argentina,
y una yira parisina.
-Una gata relamida.
Con la mirada dolida
desprolijo y compadrón,
un gavilán del montón
le escribió un canto al olvido.
Un otario reprimido
que acabó sin corazón.
Un otario reprimido que acabo sin corazon. esta poesia es como un torrente desbocado y al final cae como en una catarata y se esparce como la neblina...
ResponderEliminarMuy bueno. Tenías razón, quizás es de lo mejorcito que has escrito. Me gusta la soltura y esos lunfas tan apropiados.
ResponderEliminarMe tienes super impresionada con ese dominio de las palabras. Tengo que buscar en el diccionario: Camorrero, orejano,minusa, desprolijo y otario.
ResponderEliminarRantifuso que de confuso o confundido no tienes nada y que sabes rimar en forma galante y elegante y ese poema te ha quedado como un guante. Te felicito.
Es muy bueno, te superaste.
ResponderEliminarmuy muy bueno
El perfeccionamiento y la soltura de vocabulario en estado puro. Me agrego al comentario de gato cuando dice que es de lo mejorcito.....
ResponderEliminarAún así yo añado que es de lo mejor hasta ahora, pero seguro que nos sorprendes con otro, dentro de muy poquito...
Un saludo con admiración.