01 junio 2009

Flechazo

Cuando atravesó las puertas acristaladas de la recepción del hotel supe que era para mí, aquellos labios voluptuosos, tostados como el resto de su piel de bronce, aquellos ojos castaños, casi dorados, resplandecientes, mágicos, que aún desconocían mi presencia en el mundo, pero que cuando lo hiciesen irremediablemente me harían suya. Sonrió, conversaba con la chica del mostrador, desplegando una hilera de nacaradas perlas, sentí una punzada en el pecho, nunca, jamás, había sentido nada igual ¿por qué temblaba así?

Dudé, ¿me acercaría sin más, sin ninguna escusa, a aquel mostrador, a preguntar cualquier absurda cuestión acerca del servicio de habitaciones para capturar su atención? Mi corazón palpitaba agitado mientras asentía a la recepcionista entornando los ojos aureos. Había algo tan distinto en él, ¿es que solo yo podía notarlo?, no un par de chicas también le observaban a la espalda cautivadas por su augusto porte. Carraspeé, mi life motive siempre había sido mejor arrepentirme de lo que hice que de no haberlo intentado, y aquella ocasión no iba a ser distinta. Di un paso hacia el mostrador de la recepción, por fin algo me interesaba desde que llegué a aquella tediosa conferencia (aunque nada tuviese que ver con vendajes ni suturas - el motivo de la misma-).

Entonces, por encima del hombro de la recepcionista sus ojos me alcanzaron por primera vez, atravesándome el pecho como una flecha, ZAS, quedé paralizada, mis pies se anclaron al suelo y mi plan se deshizo como humo entre los dedos mientras sus pupilas me taladraban ajenas a cualquier amago de pudor. Las comisuras de sus labios se estiraron en una amplia sonrisa que dibujo escarpadas cumbres en mi electrocardiograma y sencillamente comenzó a caminar en mi dirección sin apartar sus ojos de los míos, como guiado por un invisible cable teleférico con un solo destino y punto de atraque, yo.

4 comentarios:

  1. y?????????, te habras querido reservarte esa parte, perfectamente imaginable por cualquiera de nosotros. Un saludo.

    Por cierto, me gusta esa manera de definiir ciertas cosas.

    ResponderEliminar
  2. Guauuuuuuu... me encanta tu relato, qué bien llevado!!

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. y.... el final está escrito en el principio: supe que era para mí.
    El resto lo dejo a las fructíferas imaginaciones que nos gastamos por aquí jejeje ;-). Un beso Ranti.

    ResponderEliminar
  4. Me alegra que te haya gustado Paloma, es solo un instante, una mirada entre dos personas, nosotros somos quienes les damos la relevancia que puede significarlo todo o nada, esa es la magia, Saludos!!

    ResponderEliminar

Mensaje