18 julio 2009

Distancia


Para que no me duelas, plantare un horizonte al borde de mi nostalgia, donde cada noche una amarilla y enorme luna dibuje el borde de tu perfil en mis pupilas.
Soy una rareza entre tanto disturbio, la ausente presencia de tu indiferencia.
Para que no me mate el desconsuelo de perderte, me invento en tu memoria, cada madrugada y deslizo mi mano por tu mano, y extraigo un suspiro que te acune y vele tu vigilia.
Para que pases de la soledad al placer de mis caricias, y a la mirada constante que te ofrezco, despunto con el alba enlazada en tu recuerdo, susurrando una canción que nunca canto, enredando mis dedos entre tu pelo, reviviendo cada sensación que te detenga en mi memoria.

Pero...doles de todas formas, a pesar del horizonte florecido, de tu perfil en mis pupilas, de mis rarezas, mi ausencia y mi silencio.
Y...me mata tanto desconsuelo con cada despedida, el único beso que toma significado cuando me alejo, mi mano que se estira y no te toca, tu imagen desdibujada, tu memoria que no me registra, mi suspiro que se agota y se dilata, tu cuerpo ausente...tu mente distante.

Así las caricias, quedan a la intemperie junto con mis lágrimas, mi voz que no canta se ahoga y acongoja, y me duele, tanto, saber que la distancia no está ahí, puesta en el camino, sino en lo que no podes sentir por mi.

5 comentarios:

  1. Precioso me has quedado sin palabras.
    Buen fin de semana
    Un besito Rosario

    ResponderEliminar
  2. Gracias Rosario, un beso también para vos, que estés bien!

    ResponderEliminar
  3. Gracias Vero!! interesante tu blog!

    ResponderEliminar
  4. Tambien me he quedado sin palabras, y me maravillo cada vez que leo y encuentro enredada entre las letras los mismos sentimientos que he experimentado, y maravilloso es saber que aunque dichos de diferente manera, parece ser infinita la fuente que nos hace escribir...

    ResponderEliminar

Mensaje