25 julio 2009



Amanece y yo aquí sentada; hoy podría ser el día en el cambie el rumbo, levantarme salir a correr, mirar el cielo, saludar el sol cuando aparezca. Amanece el día, los minutos no perduran, los segundos ya no duran, pero las letras hacen su danza recordándome que es muy temprano, que cuando la luz abarque todo lo que me rodea puedo hacer todas esas cosas que eh dejado para después.

Abro los ojos, apenas han pasado unas cuantas horas de que fui a dormir, mas tarde en pensarlo en lo que ya estoy aquí, pestañeo pensando en que me mentiría si dijera que ayer di todo lo mejor de mi, dije cosas hirientes, volví a darle la bienvenida a la pereza, una idea ronda mi cabeza; en mis vanos deseos de tener un cuerpo perfecto me lamento hasta por lo que comí.

Pero ya esta amaneciendo, ya es un nuevo día, hurgo en mi pasado como si pudiera cambiarlo, lo tengo presente mucho mas que ese viejo cuadro de oleo que existe desde antes que yo naciera, si ese bello paisaje que ilumina mi sala de estar. Quizás no lo conozco del todo, de vez en cuando lo bajaba con mucho cuidado le quitaba el polvo para finalmente volverlo a colgar. Nunca antes me detuve para admirarlo ah estado conmigo ya varios años, y somos dos desconocidos nunca nos hemos presentado, es un viejo oleo que pinto mi abuelo antes de morir, vaya me siento avergonzada ¡ya voy despertando!

Ya voy sintiendo la fuerza del amanecer, necesito algo caliente que me abra la garganta, pero ahora ya no puedo dejar de pensar en el oleo, recuerdo que como todo oleo con el paso de los años se nota un poco cuarteado, pero aun esta perfecto. Los colores se desvanecen dejando un claro azul en el cielo, pero no es un azul como el que pronto voy a ver cuando amanezca totalmente. Un azul ligero de esos que te hipnotizan con una ligera melancolía, puedo seguir recordando, cada trazo de línea en las tejas que forman techos, en los techos que cubren casas, y como una foto antigua una calle empedrada, al costado un arrollo correr, las sombras modestas casi no se dejan ver, y una capilla en el fondo lo mas curioso es que ese lugar es real, pero ahora ya no es igual. ¡Lo que pasa! Es que el tiempo siempre pasa, como cuando me fui a la cama y desperté, como cuando fue pintado hasta hoy que por fin lo note, hasta que finalmente descubrí que no solo es un ornamentó mas, es algo que definitivamente me acompaña, esta mañana a despertado al mismo tiempo que eh abierto los ojos, supongo que si mas tarde me fuera y algo le pasara simplemente me daría cuenta de que algo falta en mi, y aunque me regalaran el cuadro mas caro, el del artista mas prestigiado, simplemente las mañanas siguientes no serian de la misma forma. Y es claro al fin lo entendí son esas pequeñas cosas que no te definen pero te acompañan.

Buenos días mundo

En la foto un mural de mi tía Carmen Calderón.

Les comparto algo que quizás nadie sabe; mi familia materna se dedica al arte.

Y el cuadro del que hable es un oleo ovalado que pinto mi abuelo.

Ya lo reconocieron en su homenaje Calderón y otras miradas quizás este homenaje es el que le hacia falta.





Me pueden encontrar en; http://imaginame-x.blogspot.com/

Saludos Gaceteros.



1 comentario:

  1. Que bueno eso de pertenecer a una familia de artistas Dulce!....quizás lo aprecio porque admiro y disfuto todo lo relacionado con el.
    Asi son las cosas en muchos aspectos...hasta en el conocimiento de las personas, están alli siempre, hasta que un día las ves como nuevas, como si jamas las hubieras visto asi. Un abrazo!

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