06 julio 2009

ESOS AMORES DE CINCO MINUTOS



Son las ocho de la mañana. Podría decirse que es un buen día porque el agua de la ducha salió lo suficientemente caliente como para que no tengas de qué quejarte y afuera la temperatura no es menor a 17°. Pero en fn, como les decía...Son las ocho de la mañana y a la distancia de dos cuadras vislumbrás que viene el colectivo que esperabas desde hacía unos pocos minutos. Estirás la mano (no sea cosa de que el colectivero no haya visto ese manojo de rulos con tapado rojo en la parada) y, como era de esperar, el colectivo se detiene a escasos metros...Subís. "Hola, si, buen día, me gustaría ir a Primera Junta por favor". No, no, así no..."1,75" -decís-.
Al tiempo que tomás el boleto, tu mirada se desvía buscando asientos libres y descubre que sólo queda uno en lo que sería más o menos la mitad del transporte. Es de los que tienen otro asiento enfrentado, y allí ya están sentados una viejita de aspecto simpaticón y un flaquito bohemio de esos que siempre te gustaron. Entonces basta esa fracción de segundo en que lo descubrís, para que te enamores locamente, perdidamente, salvajemente (y todos los derivamos en "mente" que se te puedan ocurrir)...
Te enamorás de esa persona de la que no sabés ni el nombre y de la que estás por separarte, tal vez para siempre o tal vez hasta mañana -porque uno nunca sabe lo que le depara el destino- en cuanto uno de los dos tenga que pulsar el timbre y bajar...Y a vos no te importa nada. Sabés que amores tan puros, como esos de cinco minutos, ya no hay. Esa clase de amor a primera vista en la que ambas partes se juzgan perfectas -vaya a saber uno bajo qué criterio- y no conocen lo peor del otro. Esos amores me encantan, y me enamoro al menos dos o tres veces por semana, en el colectivo o en el subte, y a veces también en la calle...Otras veces me enamoro un rato todos los días del mismo, suele pasarme cuando voy al kiosco a comprar chocolates Cadbury y cosas así...
En conclusión...Cada uno hace lo que quiere con su vida y con su tiempo. Algunos, cuando tienen cinco minutos, se toman un té. Yo prefiero enamorarme del amor de mi vida, o de vos, o del vecino o de un turista alemán que pasea por el centro, o de todos ellos.

3 comentarios:

  1. Me pongo de pie y aplaudo, compatriota!!..ha sido un placer leer tu relato!!..me encantó!!!


    saludos desde Rosario.

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  2. Hay por ahí unas sevillanas que dicen que si un día me enamoro, me desenamoraré, para mirarme en tus ojos y enamorarme otra vez.
    Hay amores que pueden durar segundos, pero que perviven toda una vida.ç
    Fantástico.

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  3. Me senti muy identificada con tu escrito. Esos amores de 5 minutos, si, yo tambien los disfruto ycasi a diario, en el bus, la cafeteria, el almacen...ese cruce de miradas sin palabras...Impecable!!

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