Hoy a la madrugada estaba inmersa en una pesadilla horrible. Un fuego diabólico consumía la habitación y a mi alrededor todo giraba muy rápidamente entre las llamas. La cama me masticaba los pies con un hambre de mendigo y del techo se filtraba una gotera espesa y negra de alquitrán. Afortunadamente, cuando la bestia vino hacia mi, desperté sobresaltada. Durante una milésima de segundo creí sentir sensación de alivio...Pero entonces me encontré cara a cara con la otra pesadilla, la real: un fuego diabólico me consumía el alma y a mi alrededor todo giraba rápidamente entre esas llamas. La culpa me mordía los pies con hambre de mendigo y del techo se filtraba una gotera espesa y negra de desesperación, que me caía en la cara sin atenuar el ardor de un corazón calcinado...Y nuevamente la bestia venía hacia mi. Pero la bestia era ahora menos gigante, menos amorfa, menos bestia. Esta vez era un monstruo demasiado humano. Y quise despertar estando despierta, y quise dormirme y quise...
04 agosto 2009
CUANDO CAIGA LA BOMBA VAS A TENER QUE OLVIDARLO TODO
Tecnicatura Superior en Comunicación Popular - Facultad de Periodismo y Comunicación Social - UNLP // Introducción a la Perspectiva de Género en los Medios Audiovisuales - Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual.
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uFfff que pesaadilla!
ResponderEliminarEspero no ver nunca como mi corazon se calcina....al menos... otra vez no... :)
Bezzz & abrazozzz
devorado por sus letras, el lobo quiso evaporarse de la claustrofóbica escena y quiso...¡Bravo!
ResponderEliminarAullidos y saludos