24 agosto 2009

Muchas veces me he preguntado acerca del verdadero sentido de esta vida; como se puede vivir plenamente ó quizás, como podemos llegar a sentir en estos momentos algo cercano a un complemento, a felicidad. Y es que como a complemento me refiero a que si en estos momentos una bala atravesara mi ventana e hiciera un agujero perfecto en mi cráneo, podría morir sin ninguna preocupación y sin ningún pinche pedo.

El hombre por naturaleza siempre esta en busca de su felicidad, muchos encuentran la felicidad en mujeres, otros simplemente en sexo ocasional, en coches, motos ó teniendo una familia ejemplar con hijos y una esposa que los espere con un tazón de comida caliente por las tardes.

Yo, no soy uno de esos.

Mi padre alguna vez me dijo que de joven él pensaba que iba a ser feliz teniendo un coche y una buena casa, después tuvo eso y más, pero aún así seguía sintiendo que algo le faltaba. Ahora, ¿que es lo que nos falta a todos?, ¿que es lo que buscamos para sentirnos perfectos?; supongo que lo que todos buscamos desesperadamente es nuestra muerte, ese descanso cósmico al que le rendimos ritos, fiestas y religiones.

La muerte nos acompaña siempre, en cada rincón de la casa, cuando caminamos por la calle, la muerte me acompaña por las noches alcoholizado, conteniendo mi vómito y con cenizas de tabaco raspando mi garganta, la muerte es mi mejor amiga, una amiga hipócrita, sí, como esa amiga a la que le gusta verte llorar, pero una vez que lo haces con desesperación, te cobija y te abraza, te da besos en la frente y limpia tus lágrimas con sus labios. Y es que nadie puede evitar su muerte.

Recuerdo que mi abuelo -que murió a causa de su gran amistad con el alcohol- una vez me dijo:
"Mira chato, en esta vida debes probar de todo, con las mujeres ni muy verdes, ni muy maduras, siempre busca a buenos amigo y los amigos de borracheras son siempre los mejores, las cosas nos pasan por alguna razón. Toma, fuma, riega hijos por todos lados, por que solo así la gente te recordará, aunque sea por ser un hijodeputa."

Supongo que esas palabras ha regido mi vida estos diecinueve años. Algunas veces he llegado a sentirme alcohólico, fumo mucho y me gusta tener sexo ocasional. En esta corta vida que he llevado he tomado decisiones malas que me han traído muchos problemas, pero a la vez, una infinidad de satisfacciones, trato de disfrutar cada botella de cerveza y cada sorbo de humo que recorre mis pulmones, ya que, si tuve una vida pasada, no me acuerdo, y si no voy a tener una vida después de ésta, nadie me lo asegura.

Así que hoy por hoy, si en estos momentos una bala atravesara mi ventana e hiciera un agujero perfecto en mi cráneo, podría caer sobre el suelo con una sonrisa de oreja a oreja. Todos hacen que su vida sea perfecta a su manera, con coches, dinero ó una familia, mi vida perfecta se complementa con alcohol y tabaco - y sexo ocasional-, pero nadie logra la perfección hasta el momento de su muerte, en esa última bocanada de aire, donde el alma expone nuestra más pura esencia. Y es que Dios tal vez soñó con un universo perfecto, pero nunca se ha dignado al acto vulgar de realizarlo..

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