Puede que nadie mas que mi querida amiga a.K. lo saben pero mi nombre es Rosa al igual que el de mi madre y hoy es el día de nuestro Santo.
Nunca le había tomado demasiada importancia a este día hasta hoy. Mi madre estaba desde muy temprano un tanto nostálgica y triste y me preguntaba por que, a las pocas horas dejo de importarme y como siempre la mitad, o mas de la mitad, de mis palabras eran sarcasmo lo normal es que ella se ría de lo que digo pues tiene un sentido del humor similar al mío pero hoy no lo hizo, hoy se molesto. Pensé que estaba loca y me vine a la computadora a escribir mis historias y fue ahí cuando todo tomo sentido.
Escuche unos golpecillos tímidos a la puerta de mi casa y fui a ver. Era mi tía y lo primero que hizo fue felicitarme y abrazarme, no estaba segura a que venia eso así que pensé que ya estaba chocheando la viejita, luego salio mi madre y desde donde se encontraba mi tía le dijo: Feliz día de tu Santo Rosita. Me reí en mi interior por haber olvidado que hoy 30 de Agosto es el día de nuestro Santo pero como ya dije antes no me importaba mucho y lo deje pasar.
Continué con mis escritos y el teléfono sonó, mi madre, a pesar de que yo estaba mucho mas cerca, corrió a contestar y vi que se desilusiono al ver que era la compañía telefónica quien llamaba. Me pareció extraña esa reacción en ella y luego note que cada vez que pasaba miraba de reojo el teléfono y al ver pasar a mi hermano recordé que mi abuelo solía llamarle a mi madre cada año el día de su santo y de su cumpleaños.
Mi abuelo, un hombre muy moderno para su edad, tenia una costumbre extraña el sabia usar la computadora y el celular pero solo usaba el telefono de su casa una vez al año y esa era la unica vez que lo usaba.
Mi corazón se convirtió en un nudo al ver que a pesar de que mi madre sabe que el no llamara aun así espera que el teléfono repiquetee y que cuando levante el auricular será el y le dirá: “Felicidades Prieta” Pero el ha muerto y no llamara, y aun así mi madre y yo esperaremos todo el día su llamada aunque ambas sabemos que es en vano.
(Imagen por OllyG en DEVIANTART
http://ollyg.deviantart.com/art/Black-Telephone-14618482 )
Nunca le había tomado demasiada importancia a este día hasta hoy. Mi madre estaba desde muy temprano un tanto nostálgica y triste y me preguntaba por que, a las pocas horas dejo de importarme y como siempre la mitad, o mas de la mitad, de mis palabras eran sarcasmo lo normal es que ella se ría de lo que digo pues tiene un sentido del humor similar al mío pero hoy no lo hizo, hoy se molesto. Pensé que estaba loca y me vine a la computadora a escribir mis historias y fue ahí cuando todo tomo sentido.
Escuche unos golpecillos tímidos a la puerta de mi casa y fui a ver. Era mi tía y lo primero que hizo fue felicitarme y abrazarme, no estaba segura a que venia eso así que pensé que ya estaba chocheando la viejita, luego salio mi madre y desde donde se encontraba mi tía le dijo: Feliz día de tu Santo Rosita. Me reí en mi interior por haber olvidado que hoy 30 de Agosto es el día de nuestro Santo pero como ya dije antes no me importaba mucho y lo deje pasar.
Continué con mis escritos y el teléfono sonó, mi madre, a pesar de que yo estaba mucho mas cerca, corrió a contestar y vi que se desilusiono al ver que era la compañía telefónica quien llamaba. Me pareció extraña esa reacción en ella y luego note que cada vez que pasaba miraba de reojo el teléfono y al ver pasar a mi hermano recordé que mi abuelo solía llamarle a mi madre cada año el día de su santo y de su cumpleaños.
Mi abuelo, un hombre muy moderno para su edad, tenia una costumbre extraña el sabia usar la computadora y el celular pero solo usaba el telefono de su casa una vez al año y esa era la unica vez que lo usaba.
Mi corazón se convirtió en un nudo al ver que a pesar de que mi madre sabe que el no llamara aun así espera que el teléfono repiquetee y que cuando levante el auricular será el y le dirá: “Felicidades Prieta” Pero el ha muerto y no llamara, y aun así mi madre y yo esperaremos todo el día su llamada aunque ambas sabemos que es en vano.
(Imagen por OllyG en DEVIANTART
http://ollyg.deviantart.com/art/Black-Telephone-14618482 )
Comparto esa triste vivencia, hay fechas en que la muerte de los padres se hace insoportable, en otras muchas ocurre y se siente soledad, por eso los hijos deben dar todo el amor que puedan para llevar mejor esa pérdida.
ResponderEliminarLa vida es así, hay que seguir por los que están.
Me gustó mucho este relato.
Un abrazo.
duele pues la ausencia
ResponderEliminarNuestros seres amados se pueden ir de este mundo pero siguen VIVOS en nuestra mente y mientras VIVAN en nuestros recuerdos estan
ResponderEliminarentre nosotros, consuelate recordando como te llamaba siempre en este dia.
La ausencia es muy triste...quedamos con los buenos recuerdos!
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte
Nena preciosa:
ResponderEliminarEs muy triste ver llegar momentos que evidencian las ausencias. Se que querías mucho a tu abuelito, por eso es casi seguro que habrá más momentos como este...
Pero tal como dijo el anónimo, los amados siempre están vivos mientras los recordemos, y aun más, sus nombres están escritos en el Libro de Dios, y el nunca jamás los olvidará...
Se te quiere mucho... un abrazo enorme