19 septiembre 2009

En la frontera


Son las 1:00h am de una noche cualquiera, en una planta cualquiera, de cualquier hospital..
Se encuentra agotado. Ya no recuerda cuantos pacientes ha visto en Urgencias. Mientras avanza por el pasillo, todas las imágenes, las conversaciones, vuelven otra vez a su mente, y pasan en un segundo,como en una película, por delante de sus ojos . Sube al ascensor. La puerta se está cerrando, cuando de repente se detiene, y se vuelve a abrir, pero no entra nadie…Le ha pasado en multitud de ocasiones, y aún no ha encontrado una explicación lógica, porque en teoría la puerta del ascensor tiene un sensor , y éste sólo detiene su cierre cuando algo se interpone ..pero qué? qué se interpone?.. A continuación se cierra, esta vez sí, definitivamente, y entonces lo siente, otra vez, ese frío inmenso, que recorre su espalda , le eriza todo el vello y le cala hasta los huesos.
En planta todo se encuentra en silencio y sólo permanece encendida la luz del control de enfermería. El silencio en un hospital es un silencio espeso, es ese silencio espeso que esconde en su vientre gritos de vida y de muerte, de alivio y dolor, de impotencia y esperanza, latentes, atrapados en sus paredes, generación tras generación, desde hace años y años.
- “Eduardo..Ibamos a llamarte. La paciente de la 603 está muy agitada. Creo que tiene alucinaciones. Nos ha avisado en multitud de ocasiones porque vé acostado, en la cama de al lado, a un señor vestido de negro.., y como sabes esa habitación, aunque doble, sólo tiene una cama ocupada, porque se encuentra en regimen de aislamiento” -
- “ Tranquila..Me pasaré a verla. Ahora te cuento..”-
Cuando Berta vé al doctor le echa los brazos al cuello, él se los retira dulcemente, y con ternura le toma las manos mientras se sienta a la cabecera de su cama..
- “A ver Berta..qué pasa?”-
- “Llevéselo doctor!!. Que hace ese hombre aquí si está muerto?”- y clava su mirada, aterrorizada, en la otra cama-
- Berta, tranquilícese!. ..Escuche: Ahí no hay nadie, confie en mí, le digo que no hay nadie. Duerma tranquila. Me quedaré aquí un rato con usted..-
- Si que lo hay Doctor!!, usted cree que son cosas de vieja, de vieja loca, pero lo hay..está ahí, con las manos cruzadas sobre el pecho..No se vaya por favor! No me deje sola!-
El médico se carga de paciencia, se sienta en el sillon y la contempla. Berta se ha dado la vuelta. Dá la espalda a la otra cama, dice que no quiere ver. Media hora después escucha su respiración rítmica, pausada.. Se ha dormido. Sin hacer ruido sale de la habitación, cierra con suavidad la puerta y se dirige nuevamente al control.
-“Listo Elena! Se ha quedado dormida..y sin necesidad de medicación..ya ves!..-
- Si es que tienes manos de santo! - y le echa una sonrisa pícara, pero el doctor no se dá por enterado, o al menos eso trata de aparentar. Lo suyo con Elena quedó atrás hace tiempo, ambos lo prefirieron así , y segundas partes nunca fueron buenas.
Se sienta al ordenador..
- “Me quedaré un rato aquí. Vale? Estoy esperando el resultado de un análisis-
- "Como quieras Eduardo, si quieres pásate luego, tenemos pastas y café caliente"-
Queda envuelto, suspendido por un instante en el perfume de la enfermera, una mezcla exótica de canela y almizcle..La mira mientras se aleja, con aquel paso ligero, aquel contoneo que siempre le volvía loco. Es innegable..le sienta bien el azul sobre la piel morena, y ese fonendo rosa, colgado del cuello, pero no quiere pensar..,sacude la cabeza, intentando desterrar esa idea, y aparta la mirada...
La pantalla parpadea. El informe aparece en verde y se dispone a ver la analítica cuando de repente, una sombra oscura cruza, como una exhalación, por delante del control..
-"Ehhh, ..Donde vá usted? No están permitidas visitas!"- y aparta la silla bruscamente..
Llega al pasillo con tiempo suficiente para ver como un hombre,mayor, del que no alcanza a ver el rostro, alto y enjuto, con traje negro, entra en la 603..Cuando llega a la habitación la puerta está abierta, entra como un huracán mientras el corazón le late con fuerza, golpeándole el pecho..
-“Oiga!!!-..
Dentro sólo está Berta, que sigue alli, acostada de lado, en la misma posición en que quedara, y profundamente dormida..Hay una atmósfera extraña..
El médico, consternado, revisa todo la habitación y el cuarto de aseo..Nadie!
- "Berta!..Berta!.., despierte! "-
Retira la mano instintivamente, incrédulo, lívido de terror.. :
La mujer está fría..
PD: Hay una zona desconocida, en la frontera entre la vida y la muerte..que permite ver y sentir, más allá de la vida, y más allá de la muerte..

2 comentarios:

  1. Todas las culturas hablan de ese estado de mundos tocantes y sin embargo los vivo apenas ya se comunican con sus semejantes o los muertos.
    aullidos y saludos

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  2. No puedo describir lo que he sentido. Las veces que me he sentido igual, las ocaciones que he estado de guardia, las personas que nos dejaron... Me ha ENCANTADO.

    Si no lo has leido...."La muerte, un amanecer" De Elizabeth Kubler Ross. Es genial y te gustará.

    Bezzzzz

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