13 septiembre 2009

La violinista

La violinista
viaja en subterráneo
va sembrando música
en cada vagón.
Sobre su hombro izquierdo
se posa la viola,
la abraza con cariño
la frota cual lámpara
le pide deseos
al diapasón.
La violinista acaricia
con su largo pelo
los sones que arranca
desde el corazón
al bello instrumento.
La viola se agranda
tiene vida propia
gemidos de gozo
ahoga en su interior
que solo libera
cuando el arco de crines
se frota en sus cuerdas
con loca pasión.
Cada día siembra ella
cuotas de música celta
alegra las mañanas,
alivia el estres
del ejercito de fieras
que viaja en el tren.
Finaliza el trayecto
comienza su cosecha
pasea la gorra
por todo el vagón.
Se lleva sonrisas,
aplausos, ovaciones
y algunas monedas
es todo por hoy.

1 comentario:

  1. poner música en el corazón de las gentes quizá no tenga precio...

    Aullidos y saludos

    ResponderEliminar

Mensaje