¿Qué hacer?

El tiempo pasa, las horas pasan,
los instantes pasan.
Tan pero tan rápido
que uno apenas pestanea,
y cuando no quiere pensar piensa,
y cuando debe pensar no lo hace.

Pero pasa...¿y? ¿ahora qué?
Si ya pasó, si ya lo hiciste,
o mejor dicho si no lo hiciste.
¿ahora qué vas a hacer?
¿parar el tiempo?
No, eso no serviría.

Ya jugaste a ser Dios una vez...
¿ahora querés jugar de nuevo?
¿para qué?
Vos ya decidiste,
o mejor dicho no lo hiciste.

Claro...ahora...ahora estás asustado.
Ahora pensas...ahora te matan tus pensamientos.
¿y antes? ¿qué fue lo que cambió?
Tu cuerpo cambió, tu tiempo pasó.
La verdadera pregunta aquí es:¿es tarde?

Pero el tiempo no lo puedes manejar,
eso sí que no lo puedes manejar.
Entonces hablar de tarde o de temprano,
ya es en vano.

Aquí es donde te preguntas ¿por qué?,
pero...¿para qué un "por qué"?.
Ya no sirve de nada, sólo te atormenta.
Vas muriendo minuto a minuto,
y sólo hay un asesino.
El culpable de todos tus males,
ese que tanto daño te hizo,
ese que no se quita del espejo.

Terminar ahora es una opción,
seguir es otra...pero pensarlo te da miedo.
Ahora te da miedo...
terminar también te atemoriza.
Cobarde.

Tan cobardes somos...
Entonces preferimos vivir en una mentira.
Hacer de cuenta que nada pasó,
ni el tiempo, ni el miedo.

Vivir actuando, con los ojos cerrados.

Interpretamos día a día el mejor papel,
somos los mejores ciegos que Hollywood puede pedir.
Y fingimos...fingimos ser libres,
fingimos ser felices, fingimos.

Hacemos de cuenta que el tiempo no pasa,
que la vida es eterna.

Y es que ya es inutil preguntar,
¿qué hacer?.