02 noviembre 2009

Sin consuelo


Sin consuelo (Relato-Poema)

Me percibes detrás de la barra de los mojitos, símil de un águila sediento; te acercas, sonrisa tímida y perspicaz endulzan tus palabras. Comienzas un tonteo insulso que no te hace justicia. Después vendrán los típicos halagos sobre mis ojos,"no es tu precioso color azul intenso lo que me tiene embobado", No, es tu expresión al mirar (mi mirada). De nuevo, quieres decirme cosas que no sabes explicar, y quiero creerte y sé que no te creeré pero lo deseo; algo me dice que mientes pero no importa. Solo deseo que siga ese flirteo porque no importan los juegos de seducción, eso no va conmigo, soy de esas que dicen las cosas claras, demasiado claras y sé que te asustarás y saldrás corriendo. Tal vez, no ésta noche , pero si mañana o pasado. Pero ahora da igual, continúo con el juego, la única copa en mano ya está cumpliendo su misión y dejo que continúes. Te acercas cada vez más, con sigilo, con mucho miedo a espantarme, a dar una paso en falso y salga huyendo; pero sabes que no será así.


Yo no soy de esas, parezco ser de las otras, las que no tienen pudor y solo se dejan llevar por sus deseos, porque mañana, solo habrás sido un momento más, y todo habrá pasado y quieres que sea así, pero a su vez no lo deseas. Me dices que soy distinta, "qué dónde estaba metida todo este tiempo", y me río, ante la sugerencia infantil de hacerme creer que soy tu princesa; porque eso ya no existe, ya no creo en príncipes que se enamoran de una en la primera noche. Solo buscas “una noche”, y puede que yo también, pero aun no estoy segura; porque yo no soy de esas, no estoy acostumbrada a ese juego, y por mucho que me las dé de lista, tú lo notas, no soy una cazadora (sino la presa) y los tíos sabéis de estas cosas. Entonces me repites de nuevo que deseas besarme, y yo me muero del disgusto, del susto, del gusto, de gusto de querer saborearte; porque no recuerdo a qué saben esos besos, besos prohibidos, espaciados, emocionantes cargados de miedo de no saber si volarán mariposas o bien tremendas águilas en mi estómago como el carroñero que eres. Te siento cerca de mi boca repetirme de nuevo tus ansias de besarme. Y te reprocho que estropeaste el momento, porque eso no se dice, simplemente se hace y te mueres de la vergüenza porque te he pillado en un renuncio y te sonrojas; y me muero del gusto de verte sonrojar; y eso te hace mas irresistible; y deseo ser la loba que dicta mis venas; y tirarme a tu cuello, y porqué no, ser YO, la que tenga el Poder y te arranque los besos con extremada dulzura arriesgada con colmillos de acero y desangrarte en un solo beso.


Decidida me tiro a cometer mi locura, me acerco a ti, y cuando piensas que voy a besarte y después a comerte, te susurro al oído que no tendrás suerte: No, ésta noche no tesoro, porque si lo hago, si te como a besos y después me gusta, desearé más y más, y detrás te arrancaré la ropa y furtiva de ganas dará igual si existe una cama y te haré precisamente eso con lo que has estado soñando; por qué soy esa mujer que has estado buscando, pero has llegado tarde.

Esta mujer ya tiene dueño y te morderás las uñas como yo me comeré las ganas, porque si te hiciera caso y me dejará llevar, después no habría consuelo para este alma infiel que de seguro desearía mas de ti, y al llegar a casa, a mi cama caliente por mi hombre, no podría mirarle a la cara, no consentiría volviera a tocarme, sin antes, recordar cada gesto de tu piel, y al cerrar los ojos te vería allí, una y otra vez, mojando mi cama con mis ganas, pero sería otro, mi otro hombre, quien endulzaría mis canas y pasarían los meses y no podría volver a sentir hombre alguno sin antes redimirme y fustigarme por abrir los ojos y no verte pegado a mi cuerpo.


Y al final, me dolerían las ganas, los besos, el alma; porque quiero ser esa puta sin remordimientos, pero no lo soy y si te hiciera caso, entonces, sería una puta con remordimientos que se flagela día y noche soñando disfrutar contigo de nuevo y me quedaría, sola.


Siempre, sola, sin ti, sin él, sin mi...



Eva Márquez

7 comentarios:

  1. antes de terminar el texto ya te he reconocido, eva, contigo posteando este blog gana muchísima calidad

    un beso de esos

    ResponderEliminar
  2. Interesante relato, con un trasfondo lleno de sentimientos por encontrar...

    Te dejo un relajante y cálido abrazo, siempre un placer leerte.

    Beatriz

    ResponderEliminar
  3. Santi, un placer me hayas reconocido en mi forma de escribir, sabía que te gustaría. Espero poder dejar huellas que gusten en esta red tan currada y super-interesante.
    Beatriz, me alegra sobremanera te haya gustado, soy una novata en esto, acepto todo tipo de críticas constructivas, y me animan muchos palabras como las tuyas, espero encontrar un rato para bucear en tu rincón del relax. Un abrazo,
    Eva Márquez

    ResponderEliminar
  4. El lobo no sabe si hay esas, otras o unas, pero coincide con el final propuesto.

    Muy agradable leerla, mucha madera narrativa.

    Aullidos y saludos

    ResponderEliminar
  5. woow que buena manera de escribir!!

    de verdad me gusto mucho este escrito..
    "la verdad es que los humanos... tenemos ese punto debil... esa debilidad por sentir pasiones ajenas!"

    ResponderEliminar
  6. Me senti identificada con los sentimientos y emociones que expones, y me encanto mucho la manera valiente y apasionada en que escribes sobre esas cosas que nunca se dicen pero se sienten intensamente!

    ResponderEliminar
  7. Mil gracias a los tres, Gran lobo, Apple y Anny, pedazo de recibimiento. En verdad, no me lo esperaba ))): dadme algo de tiempo para comenzar a leeros, que lo haré sin duda, y me alegra mucho que os gustase tanto. Un abrazo, Eva Márquez

    ResponderEliminar

Mensaje