04 noviembre 2009

Tu Rastro

Llora mi palabra, deslizante, gris, bochornosa lágrima
en la comisura de mis labios.
Primavera crucial, determinante piedra en mi sigilo,
todo me sobra si no estás cerca.

A dónde calcular tu inmensidad.
Como saber a que aferrarme, cuando ardes
en esa mirada tuya. Tan perseguida.
En que escena mordisqueo al excitante.
Como saborear la manzana secreta que compartes intrigada
con mis dientes afilados.
Como abandono el declive de tus piernas moribundas
como pulpos.

Poros, amantes de nuestra agua, señaláis la vergüenza
con vuestro aliento, traéis a cuestas el verano
de los melones y de la espuma.
Sellar mis ojos, cómplices de la sal, de mi tacto de hierro,
como borréis el mapa, quemaré vuestras vocales
con el fuego de mis ojos y de mis dedos.

Abróchate a cada palabra del soplo quisquilloso,
deja que penetre, astuto, adalid de las insignias de la carne,
tren de las salidas nocturnas.
Deja que penetre en la esquina de tu aroma.

Allana mi vida y haz del susurro un castillo de roces.
Galopa princesa por los pilares infinitos, por las galerías
que se extienden en el viento.
Sin duda, tus besos son más fuertes cada día.

Pero esta noche las páginas me han golpeado en el silencio,
y se han burlado de mi flaqueza, y me han hecho cortes
tan profundos como tus ojos, y solo entonces lo he sabido.
Así te llevo.
Oculta.
Como una pinza para recoger el legado de tus cabellos.
Como un corazón afónico entre las sabanas y el precipicio.

2 comentarios:

  1. Que manera de sentir! Eso que llevas dentro, esa pasion...esa fuerza...muy bello!

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  2. Como escribes maravillosamente bien!
    Expresas de una manera increíble, es fantástico y emocionante!

    Un gusto leerte hasta el cielo...je
    Un beso

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