02 diciembre 2009

Helvete chooch


No podré verte
No podré hablarte
No estaré mientras el mundo te devora

¿Cuánto habrá que esperar?
Las luciérnagas de las tibiezas
Los rayos de luna manchados de ti
Las gotas de lluvia sobre las ventanas

Transfiguraciones de tu voz de terciopelo

Tus ojos felinos al acecho de mi corazón
Y arrojo mi cuello de ciervo para ser tu alimento

¡Claro que es difícil!

Habrá que construir sobre mi carne de escombros
Con tus semillas limpias y nuevas

Habrá que tener paciencia de montaña
Tenacidad de río manso
Para ver crecer la selva de estos besos

Temo por ti

Yo aprendí a cortarme los intestinos
Coserlos con gruesos cordones
Y manualmente volverlos a encauzar

Tu no

Avísame cuando empiece tu dolor
Para arrojar mi atrevimiento al infierno

Este mismo

De donde no debí salir

1 comentario:

  1. Wow! Me encantó, se parece a la rabía (encauzada por el dolor), que siento justo ahora. Muy bueno, gracias.

    ResponderEliminar

Mensaje