los ojos sólo son capaces de retener aquellas marcas que revelan una turgencia mórbida
y sombras que recuerdan copas desbordadas por el deseo.
Es entonces cuando la imaginación dormida se atreve a gobernar.
Mientras: los "transatlánticos", que pasean a los turistas,
hacen balbucear sus sirenas graves, guturales ...
Con el consabido
"... no cometerás actos impuros, ni de pensamiento, ni de palabra, ni de obra ..."
La pasarela los une a tierra se despega dejandolos caer sobre frias aguas...
ResponderEliminaringenioso.
Aullidos y saludos