EL BANY

LOS DOMINGOS, AL CAER LA TARDE, APROVECHO LAS HORAS DEL FÚTBOL POR LA 'TELE' Y DESAPAREZCO EN EL COBERTIZO QUE SE ESCONDE TRAS LA PEQUEÑA PINADA QUE TODAVÍA CONSERVAMOS DE ANTIGUO. ALLÍ EL TIEMPO SE PERMITE EL LUJO DE NO AVANZAR, ESA SENSACIÓN DOTA DE IRREALIDAD CUALQUIER ACCIÓN, CUALQUIER HECHO, CUALQUIER REFLEXIÓN QUE VAYA MÁS ALLÁ DE LOS LÍMITES QUE IMPONE SU ARQUITECTURA SOBRIA Y ELEMENTAL PERO CONFORTABLE: UN LECHO, EL HOGAR, LA ALACENA, EL BANCO DE TRABAJO CON UNA PILA DE DOS SENOS, LA HAMACA DE TIJERA Y EL BAÑO... EL BAÑO DONDE ME PIERDO CADA VEZ. SI ME PIERDO COMO EL QUE NO ENCUENTRA SU CUERPO A PESAR DE SABER QUE EL TACTO LE DICE QUE EXISTE Y LE MUESTRA SU MATERIALIDAD. A VECES SIENTO MIEDO DE NO SABER SI REGRESARÉ DE NUEVO. NO PARO DE PENSAR, MIENTRAS ME FROTO CONTRA LA TOALLA, SI LA LLAVE QUE ESTÁ COLGADA DE LA ALCAYATA, EN LA PARED QUE DA AL CORRAL, ABRIRÁ LA PUERTA. PERO, A VECES, CADA VEZ CON MÁS INTENSIDAD, NO ME ACUERDO DE NINGUNA PUERTA Y TAMBIÉN ES CIERTO QUE NO SÉ QUÉ ME INCLINA A PENSAR EN EL REGRESO. ¿A DONDE? CUANDO NO SÉ DE DONDE VENGO, Y MI PASADO Y MI PRESENTE ESTÁ TODO AQUÍ DENTRO. ADEMÁS ESTÁ ELLA, MI "DAMA DEL LAGO", CADA DOMINGO RENOVADA; SI BIEN ES CIERTO QUE NO RECUERDO LO QUE HABLAMOS... TAMPOCO SÉ SI EN ESTE ENTORNO EXISTE EL LENGUAJE DE LA PALABRAS O SI AL MENOS, SUS SONIDOS TIENEN EL MISMO SIGNIFICADO. ADIVINO, ENTRE LAS BRUMAS, QUE ENVUELVEN CADA VUELTA AL HOGAR, RETAZOS DE CONVERSACIONES QUE HABLAN DE MI, DE NOSOTROS, COMO SI SE REFIRIERAN A ALGUIEN QUE YA SE HA IDO. SIEMPRE PIENSO QUE SE LO CONTARÉ LA PRÓXIMA VEZ. PERO SE ME OLVIDA EN CUANTO LA VEO: ME SUMERJO EN EL AGUA CÁLIDA DE LA BAÑERA, Y LA ESPERO, BUSCANDO CON LA MIRADA ESA CHISPA FUGAZ QUE CRUZA SUS OJOS Y QUE PRECEDE AL DESEO, PARA RECIBIR EL PRIMER BESO COMO SI FUERA EL ÚLTIMO.