26 octubre 2010

El amor maduro


Ella tiene la ilusión de una adolescente, mañana estará cumpliendo 60 años de vida y sin embargo se siente como cuando cumplió los 15. Hace días que no duerme porque un nuevo y desconocido “pretendiente” le ha quitado el sueño. El médico (uno de sus jefes) que la conoce desde siempre le hizo el comentario de que nunca antes la había visto tan contenta y radiante, que le había cambiado la expresión de su mirada, que había observado que hacia días estaba de muy buen humor y que la escuchaba reírse todo el tiempo. “Brillas” le dijo ¿es que acaso tienes algo que contarme?

Me voy de viaje a Perú doctor es su respuesta, me voy a Arequipa al valle del Colca y después a mi adorada Lima, estoy celebrando mi cumpleaños el sábado 23 de Octubre, estoy cumpliendo los 50 por décima vez y se ríe a carcajadas y se va caminando meneando las caderas coquetamente y levantando los brazos. Y es que la felicidad que siente la hace brillar, le cambia el color de todo lo que la rodea. Mi amiga Aurora no me puede ocultar sus inquietudes, sus miedos, sus inseguridades, ya no tiene 15, tiene una regia figura pero su piel no tiene la lozanía de antaño, tampoco puede contener la necesidad de volver a sentirse joven, libre, ilusionada, amada, de volver a vivir. Ella y su nuevo amigo tienen cuatro semanas hablando por Skype, conociéndose, se hablan por las noches, se escriben mensajes cargados de la fantasía y de las ansias de conocerse, de mirarse, de caminar tomados de las manos, de contemplar la luna llena, de reír al unísono, de abrazarse, de compartir esos momentos mágicos de cuando un hombre y una mujer se sienten unidos por las fuerzas invisibles de la atracción, de la imaginación, de los anhelos y deseos del amor. Los dos parecen unos adolescentes.

Ella ya está sentada en el avión, luce cansada porque ha trabajado hasta hace unas horas, los días anteriores han pasado rápidos y han sido para ambos días de ansiosa espera. Ambos apurados en volver a escuchar sus voces y contarse tantas cosas. El ya está sentado en el ómnibus que sale de Lima a las 4 PM camino a la majestuosa ciudad de Arequipa. Han quedado en encontrarse en la Plaza de Armas al día siguiente, a las 12 del mediodía, llevaran un clavel rojo para distinguirse, será la primera vez que se vean en persona porque solo se conocen de mirarse en la cámara del Skype. Aurora es una mujer alta y esbelta, muy atractiva y de linda figura, de cabello castaño cobrizo, ojos grandes de mirada serena, voz suave y muy educada, linda dentadura y siempre sonriente, con la mejor disposición de ánimo. La vida la ha golpeado pero no ha logrado endurecerla solo hacerla más sabia y humanizarla. El es más alto que ella, un hombre caballeroso, distinguido, de finos modales y gusto exquisito, un hombre de mundo, buen mozo, que hasta hace unos meses lucia siempre muy triste y desolado, y al que no se le había pasado por su cabecita que podría estar sintiéndose a estas alturas de su vida como se siente en estos momentos, como un adolescente, inquieto, ansioso, aventurero.

Enrique que nunca había escrito nada, le ha enviado escritos cargados de coquetería y entre línea y línea ha ido abriendo sus pensamientos y sentimientos. Se siente ilusionado, es más sabe que se está enamorando y que esta mujer lo tiene inquieto desde la primera vez que la vio un domingo y se sintió muy atraído. Por cosas del destino la conoce cuando tiene que comunicarse con una familiar a la que se le había roto la computadora. La tía siempre le había dicho que no creía en casualidades, que todo en la vida tiene su momento y parece que a ellos dos les había llegado el día de volver a ser felices.

No sé que va a pasar. Intuyo un final feliz. Les he pedido a ambos que se vean con los ojos del alma. Que se valoren y aprecien desde el primer momento, que disfruten de cada instante, de éste regalo fabuloso que Dios les manda a los dos, de ésta bendición. El tiene lo que ella necesita: un corazón muy grande y mucho amor y comprensión que brindarle. Ella tiene lo que él necesita: una mujer sensible y de mente amplia y valerosa que podrá comprenderlo y darle el cariño y el apoyo que necesita para completar esos vacíos tan grandes. Siento que en muchas cosas son muy parecidos, que se complementan, siento que les llegó el momento de complementarse y de encontrar el amor maduro. Le pido a Dios los bendiga y que cuando se vean por primera vez, ella sea la mujer mas maravillosa que el ha conocido en su vida y que él sea el hombre soñado.

Como yo soy una romántica empedernida que vive eternamente enamorada del amor ya estoy suspirando de emoción. Mi gran amiga va camino a su nueva felicidad, sin querer he sido cómplice de éste encuentro y me siento feliz por ambos. No hay nada como el AMOR - no importa si tienes 15 o 60.

4 comentarios:

  1. Precioso, es un amor puro lleno de luz y energía, se me ocurre esta canción para tan bella pareja:
    "La Violetera" http://www.youtube.com/watch?v=3R-jKWlKB7k

    Un Besito Marino

    Pd: Quedas debiendo el relato de los detalles!

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  2. VIVA EL AMOR!!!!
    Me ha encantado.
    Buen relato...
    LO IMPORTANTE ES VIVIR.
    Besitos
    Amalia

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  3. Me ha gustado mucho tu relato.Las sensaciones que nos hace sentir el enamoramiento son igual de bellas en cualquier edad. Mis felicitaciones. Saludos. Victoria.

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  4. Es muy bello este relato tuyo. Es emotivo, dulce,
    es un gusto leerte, un abrazo
    pásate por
    http://amalialateano.blogspot.com

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