Cuándo fue que
encontraba tu caricia?
En qué tiempo de aromas
muy preciso
cuando llegó la hora de la vida
sin apuro vestido ...
Quién me ofreció
la luna
de tus ojos
con aquellas palabras de deseo
en brusco chispear de nuestra sangre
por el súbito beso.
Por qué nadie ha buscado entre las gárgolas
por bruñida,
la llave del Amor
luna abierta
de agua en el grotesco
llanto gemidor.
Gime Astartea sola con
sus hijos
como desconocidos del
camino
a mis brazos amantes
que te esperan
temblorosos y heridos.
Por qué siempre
recuerdo tu recuerdo
qué será de mis muerte
en el camino
en el fin de mis huesos
que te aferran
porque nunca te olvido
Para qué los espejos en
el bronce
para qué si tu nombre
es un rechazo
para qué la esperanza
de caricias
para qué rojo pasado...
Aparte del silencio en
la batalla
mi tierra no es de
nadie, voy sin dueño.
Es Eros que me abriga
en la pendiente
en el ardiente leño.
Amalia LATEANO
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