28 abril 2009

El espantapájaros.

Me despertó la lluvia, yo intentaba conciliar el sueño entre las mantas. Me giraba hacia un lado y hacia otro intentando buscar la comodidad adecuada.
Me quedé quieto unos segundos y pude escuchar unos ruidos que provenían de fuera, como si alguien arrastrase los pies.
Mire hacia la ventana, pero no podía ser, serian las ramas del árbol movidas por el viento.
Sólo podía ver una luz exterior reflejada y las gotas salpicando la ventana.

Cerré los ojos e intenté dormirme. Enseguida sentí un golpe en la pared, el corazón se me aceleró de repente, mantuve lo ojos cerrados, pero tenia miedo de haber dejado la ventana abierta, así que los abrí. Estaba bien cerrada y tampoco pude ver a nadie. Me quedé observando, esperaba ver un gato subido al árbol, o un cuervo, o un búho.

Entonces vi como una silueta humana se acercaba muy rápido a la ventana hasta chocar con ésta haciendo mucho ruido, el ruido de un golpe seco.
La sombra estaba apoyada con las manos y la cara en la ventana, respirando de manera agitada. Podía ver cómo se empañaba el vidrio con su respiración, y hasta podía oírlo respirar con dificultad, creo que estaba sangrando y goteando. Llevaba un sombrero agujereado y la ropa deshilachada. Parecía un espantapájaros.

Yo estaba temblando, y tenía los ojos ligeramente abiertos, para que no supiera que lo estaba viendo.

De repente oí una voz que murmuraba con agonía:
–Déjame entrar. Y otra vez.
Muy débilmente. Mientras daba pequeños golpes a la ventana.
Con una tos seca que expulsaba sangre, o al menos eso me parecía.
Yo intente taparme lo más que pude con la manta, aunque sabía que eso no me iba a salvar la vida.

Cerré los ojos para no verlo y pensé.

Pensé en llamar a la policía, pero me vería y yo no quería que supiera que estaba despierto.

También pensé en levantarme y ayudarle, quizá estaba herido realmente y necesitaba ayuda. Quizá le estaban siguiendo.

Pero permanecí inmóvil, no tenía la certeza de que ese hombre tuviera buenas intenciones. Podía ser un ladrón o un homicida, o simplemente un viejo loco.

Estaba indeciso.

Ya no lo escuchaba respirar ni murmurar.

Por un momento me planteé la posibilidad de que fuera un sueño. Pero era demasiado real.

Pasé un largo rato pensando en silencio con los ojos cerrados. Un silencio débilmente perturbado por el relajante ruido de la lluvia.

Lentamente me fui durmiendo. Hasta entrar en sueño profundo.

8 comentarios:

  1. Me vas a provocar un ataque cardíaco, que susto!! Me encanta cómo vas acelerando el devenir de la historia, vertiginoso, pero necesito saber el final XD!! Un beso y cuéntamelo =)

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. el final es un "hazlo tu mismo". Lo dejo a criterio del consumidor, jaja.

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  4. Se aprecia mejor escrito, que narrado verbalmente.

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  5. Puf, menos mal, ya extrañaba tus cosas.

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  6. uy! que bueno. me quedé pegada a la pantalla hasta el final.

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  7. Buenisimo!!!! que dominio del idioma, voy a leer todo lo que has escrito. Te felicito.

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  8. abrileeee, por favor!!!!

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