Es otra vez esa sensación
que se acerca a mi sigilosa,
para que no la oiga entrar.
Como dueña en su propia casa,
se va apoderando, poco a poco,
de cada centímetro cuadrado de mi alma.
Y ahora ya es tarde,
ya tengo otra vez colgado,
el cartel de ocupada.
Me levanto con los ojos llorosos,
porque ya empiezo a ser consciente,
de que mi alma, está alquilada
y miro por la ventana,
como llueve en el mundo.
Siguen saliendo lágrimas,
de unos ojos que ya no me pertenecen,
ahora son la puerta
de mi nueva dueña.
Es otra vez, esa sensación,
que hasta que no se mude,
seguirá usando mis ojos.
Mientras el alma esté alquilada y no expropiada, y el cartel sea el de ocupada, y no el de cerrada por derribo. Todo lo que sube, cae.
ResponderEliminarEra sólo un alquiler momentaneo, auque creo que cada vez que esa inquilina, me paga por usar mi alma, lo hace con moneda envenenada que va marcando mi ser....dejandome una señal imborrable de cada uno de sus pasos....
ResponderEliminardesahogando tus ojos y tu alma, pues
ResponderEliminarAhora es, entonces, parte de tí.
ResponderEliminarCreo que en fondo, auqnue me duela reconocerlo, si. Esa insoportable inquilina que zapatea y hace ruido cada vez que biene, ya forma parte, de alguna manera de mi. Con su esencia, lo impregna todo y a cada paso que hace por mi casa, me deja alguna gotita en algún rincón, para que me cueste borrarla. Cuando menos lo espero, sigue su propio rastro de miguitas de pan y antes de que pueda cerrar la puerta y tirar la llave, ya tiene el cuarto preparado a entrar a vivir otra vez....
ResponderEliminarAlma que sigues buscando otros cuerpos? Alma vieja? reconoces acaso a otras almas de otras vidas? sigues regresando, no tengas miedo, eres indudablemente un alma buscando un cuerpo que te merezca.
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