El fruto de la fresa,
me recuerda
lo ácida que eres según cuando,
las situaciones por las que paso
al estar a tu lado.
Cuando me la pongo en la boca
y trazo,
como si llevara pincel en mano,
trazando la perfección de tu
silueta,
tu cuerpo,
a veces dormido,
a veces excitado.
La manzana,
no es el fruto del pecado,
es la fresa
cuyas pepitas
rozan cada parte de tu piel
dejándola
con el vello erizado
y gemidos de placer
no dominado.
me recuerda
lo ácida que eres según cuando,
las situaciones por las que paso
al estar a tu lado.
Cuando me la pongo en la boca
y trazo,
como si llevara pincel en mano,
trazando la perfección de tu
silueta,
tu cuerpo,
a veces dormido,
a veces excitado.
La manzana,
no es el fruto del pecado,
es la fresa
cuyas pepitas
rozan cada parte de tu piel
dejándola
con el vello erizado
y gemidos de placer
no dominado.
By Lan
las fresas, las manzanas, la naranja, el melón... Cualquier fruta o comestible esta dispuesto a convertirse en alimento auxiliar del pecado y sobre todo, en un dispuesto coadyuvante del amor...
ResponderEliminarMe han abierto el apetito... me voy a preparar una ensalada de frutas.
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