16 junio 2009

Peregrino...

Sed de ti me acosa en las noches hambrientas.
Trémula mano roja que hasta su vida se alza.
Ebria de sed, loca sed, sed de selva en sequía.
Sed de metal ardiendo, sed de raíces ávidas...








Peregrino en ti, inicio el camino que me lleve a encontrarte, retomo el sendero, te descubro; encuentro descanso en tus brazos, te rodeo, me pierdo en tus abismos, ardo en tu fuego, me entrego y en mi entrega me uno y me quemo en ti.

Peregrino en ti, busco en el camino señales que me hablen, labios que inviten a olvidar y olvidarme, dejarme; sigo tu rastro, persiguiendo tu esencia la hago mía, nuestra al beberte y dominarme.

Peregrino en ti, avanzo ligero, recto y diestro hacia ti, dejo atrás mis miedos refugiándome en tu cintura y te recorro; libro obstáculos invadiendo tus adentros, me quemo y me apago, me enciendo al sentirme renacer en tu rocío; me abrazo a tu olor, me lleno de ti, en ti y por ti.

Sueño, pienso y me imagino peregrino en ti, en calma, viejo soñador de absurdos imposibles, tonto fabulador ante la ilusión de imaginarte, el dolor de pensar sin tenerte; imaginar, soñar y saberte cierta aunque lejana, distancia de ti... en mí.











Pienso en ti,
interminablemente en ti.
Quiero ser, una respuesta para ti, pienso en ti.

Creo en ti,
inagotablemente en ti.
Como tú, que confiaste en mi saber.
Creo en ti, sólo en ti...




1 comentario:

Mensaje