11 julio 2009

Fotografías



Arte, arte, arte y arte.
Por momentos me evado de la maldita y aburrida realidad, viajando en nubes de colores que yo misma creo. Es un poco más divertido que, sumergirse bajo los efectos depresivos de este mundo mezquino, cruel y hasta triste que, con sus nuevas “plagas” trata de, ponernos más oscuros de lo que ya somos capaces.
Gripes que amenazan con dejar sin habitantes las ciudades, aviones que caen, gente que mata a otra y así y así…
He dejado de lado mi propio ser por un instante y, me interné en la red de las redes para observar (una vez más de tantas), las magníficas fotografías de Henri Cartier Bresson. Ese si que era un genio. Qué maravilla poder tener su don y, descubrir en cada imagen que uno ve así al pasar, una historia. Una magnifica historia.
Hasta podemos ponerle nombre a sus protagonistas e imaginar un final distinto para cada situación, una vez vistas las fotos muchas veces. Al menos eso hago yo.
Pienso si, alguna vez llegaré a tener ese don que él tuvo: poder captar “la imagen”, aquella que hable por sí sola. De mientras sigo siendo una aprendiz. Sigo sacando mis humildes fotografías, la mayoría en blanco y negro. Continúo retratando a algunas personas, buscando esa cara que refleje lo que deseo transmitir. Algunos paisajes, la mayoría, rodeados de agua. No sé porqué, quizás en otra vida fui sirena, pero el agua se me presenta como un atractivo que no puedo rechazar.
Mientras observo la imagen de los diques que tengo enfrente de mí en este mismo momento, decido poner fin a este pequeño pensamiento que surgió una mañana aburrida, estando sola en la oficina un día sábado.


Eleanor

2 comentarios:

  1. yo creo que lo aptas, y lo plasmas escribiendo!!!!
    tienes el don de escribir!
    un beso

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