10 septiembre 2009

Verdades

Verdades

Existen verdades tan terribles. Tan demoledoras. Que en la practica, se vuelven (o las volvemos) en verdades teóricas, y no reales.

Verdad número 1:

La vida es eso: Nacemos, vivimos, envejecemos y fallecemos.

Esta premisa, puede que sea cierta. Pero se me encoje el corazón de tan solo pensarla.

Pues no es tan simple la vida. Ni siquiera me atrevería a hacer un resumen de la vida tan burdo si me pidieran que la resumiera.

Porque nacemos, reímos, cantamos, lloramos, sentimos, vemos, cerramos los ojos, los abrimos, los volvemos a cerrar. Sonreímos. Gritamos, cantamos, llueve, oscurece, seguimos cantando, clarea, alumbramos al sol, a la luna, a unos labios, a dos, a tres, a cuatro, incluso a todas las bocas del mundo. Saboreamos cada palabra, cada beso, en cada esquina, en cada cama, con cada caricia. Con cada lágrima, con cada mirada, crecemos, y nos escapamos de la calle hacia el cielo. Y bailamos el blues, con 3 pasos, 7 notas, un libro abierto, y un capricho de nuestra mano girando a nuestro alrededor. Y miramos a través del cristal resquebrajado. Lloramos de nuevo, nos caemos, nos fumamos la vida en un bar, nos follamos la tristeza, y así es, porque el amor nos vuelve a engañar una y otra vez y caemos en sus lazos traicioneros de una nueva oportunidad. Nos sentamos, bebemos, Ron-limón por supuesto y siempre que no haya Jack Daniels. Nos fumamos un cigarro, incluso dos, tal vez un porro (de yerba of course) y redactamos las líneas de nuestra existencia. Las borramos, lo intentamos, ya no se puede, nos arrepentimos, luego no, lo remarcamos, volvemos a actuar de la misma forma, vuelven los remordimientos, cogemos la goma, y la tinta se corre, arrancamos el papel, lo rompemos en varios trozos, cada uno a papeleras diferentes de la ciudad irá. Tomamos el último sorbo. Nos levantamos, vemos un escaparate: “Yo solo quiero…”. Pensamos, yo solo quiero ser feliz, hacerte el amor, viajar por el universo, levantarme tarde, acostarme aun mas tarde que ayer mientras fantaseo sobre como cazar una estrella. Volverte a tener en la cama, acariciarte, perderme entre tus cabellos, sentir tu aroma a fresa, hacerme una tostada con mantequilla y mermelada de frambuesa o naranja amarga. Tropezarme, que se me caiga, y por supuesto sentirme feliz con mi cara de bobo y resignación ante la perdida tostada.

“Una vida menos, pues creare otra”.

“Yo solo quiero…¡que carajos! No quiero nada, quiero estar así de feliz mientras vivo, envejezco y cuando muera.”

Vuelve la seguridad, se marchan los remordimientos. Aprendemos de nuestros errores, y desemos reconstruir nuestro papel, ya no…tenemos otro nuevo para redactar...de nuevo, las lineas de nuestra vida, pero ya seran las de mañana, nunca las de ayer.

4 comentarios:

  1. Muy lindo tu escrito, me siento identificada con tu manera de ver lo de la tostada con mantequilla y mermelada de frambuesa.
    Felicidades!

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  2. La vida es un mar carente de certezas donde la muerte es parte y final.
    Es todo aquello que nos va sucediendo mientras intentamos no perder la sonrisa y al final siempre el enigma.(john L. lo dijo mejor)
    Aullidos afectivos.

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  3. Gracias Anny ;)

    La mermelada es la esencia :D jajajaja.

    Bezzz

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  4. LobO!!! que gran alegria me has dado al decir lo de lennon!!! pues hablas con un amante de los 4 fabulosos! :) ;) o mejor dixo 5 ;)

    Un abrazozz

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