06 octubre 2009

El viaje de Nemesis


Ha concluido el tiempo de espera. El capullo se ha fragmentado para devolver al mundo algo que no era lo que entro… He cambiado sustancialmente en estos días de letargo obligado… desapareciendo del mundo real, masticando lo que quedaba de mi humanidad adquirida.

Ya no quedan rastros de nada de lo que adquirí al caer del cielo… solo quedan mis pasos erráticos señalados con fuego. Es hora de volver a casa a terminar lo que había empezado hace quizás demasiado. Pero al final de la partida las cartas se ponen sobre la mesa para levantar las más variadas sorpresas.

Acaricio a Nemesis y le agarro con fuerza contra mi pecho… se ha acabado el tiempo en la tierra y el agua ya no es lugar para esconderse. Recuerdo nuestra historia y salgo fuera de mi pequeña prisión de cristal blindado. Vuelvo a ser libre y me desprendo de lo que me amarraba con hilos invisibles.

No voy a ser un Jesucristo clavado a ninguna pared… por lo que rompo las reglas por última vez y acuchillo el disfraz que me sacaba de la realidad. La carcasa se abre como un nido de seda y aparece lo que había latente en su interior. Llegados el momento adecuado hay que vestir lo que la naturaleza nos entrego. Así que ingreso de nuevo al activo de las filas de los Ángeles.

Mi descubrimiento ha hecho que salten todas las alarmas de cualquiera de los reinos… el hijo perdido ha regresado declarando su posición. Y lo que parece una buena noticia no es más que la primera de las consecuencias del retorno.

Porque ahora todos los ángeles vengativos querrán coger la parte del pastel que Dios entrego por mi cabeza. Y es que he olvidado contaros que mi exilio del cielo fue casi provocado por mi mismo y mi temperamento. Yo era un buen ángel vengador… es mas era de los mejores… bastante obediente aunque muy impulsivo por lo que día si y al otro también tenia que cumplir castigos por mis múltiples desobediencias…

Así que harto del rígido control y la normativa vigente… me fui con mi estoicismo de ahí para caer a la tierra y adquirir forma humana por un tiempo indefinido. Pase una buena temporada viviendo a mi antojo con ese supuesto libre albedrío que le dio Dios a su ganado y que gastan malversándolo sin saber utilizarlo.

Por lo que decidí ejercer mi labor de justicia a mi manera convergiéndome en una leyenda entre los asesinos a sueldo. Nadie conocía mi rostro y nunca quedaban pruebas que adjudicarme… lo bueno es que se me daba bien mi trabajo y realmente lo hacia genial… era feliz planeándolo y disfrutaba desarrollando metódica de mis pasos y por supuesto celebrando que todo hubiese tenido una ejecución perfecta.

Disfrutaba con mi tarea de equilibrar constantemente las fuerzas entre el bien y el mal mediante la elección de una serie de blancos inscritos en una lista efectuada por alguien superior que por fin he acabado de concretar.

Tanto arriba… como abajo he seguido al mismo hombre tras la cortina. No era otro que Dios tratando de que siguiese cumpliendo sus deseos y ahora que he descubierto su plan para matarme… esta jodido… porque el asesino de Dios irónicamente será su sicario preferido. Mala suerte por ser mi jefe porque mi sobrenombre será su sepultura.

Desplegó mis alas pegadas a mi cuerpo tanto tiempo. No recordaba el placer que experimentaba al sentir el aire rozando mis plumas que tras tanto tiempo ocultas se han vuelto azabaches con cada venganza… y ahora son tan negras como la garganta del infierno que me asiste.

Ahora llegaran cientos de ángeles de alas blancas para apresarme… apuesto a que seguro que encuentro unas cuantas grises de mis ex compañeros arcángeles y por supuesto algunas negras aleteando para cobrarse mi cabeza saltándose todas las normas establecidas.

No voy a esperarles… me niego a dilatar mas el momento de mi vendetta trasladada en el tiempo… ahora es el momento y tengo que ir al lugar donde me esperan… Agarro a Nemesis por la culata con firmeza… introduzco el dedo en el gatillo y lo aprieto por ultima vez… el sonido es soberbio y el proyectil avanza como una flecha hacia su victima.

¿Quién?

Uno de los lacayos humanos que creía que podría sorprenderme con sus patosos pasos detrás de la puerta del garaje… La bala penetra la puerta de hierro y pone funesto fin a la tentativa de acribillarme con su fusil de asalto tras abrir la puerta de una patada.

La bala entra y después sale para estamparse con el hormigón de la antesala del ascensor. Su vida se desmorona sin llegar a comprender que es lo que le ha abatido. Incomprensión en unas pupilas dilatas que han recibido un impacto entre ceja y ceja.

Mala suerte para los que no tienen valor para declarar sus intenciones de antemano. La sinceridad le cuesta la vida y tras su última presa devuelvo a mi pistola su apariencia real…

El fuego ruge contento de volver a verme tal como soy. Flamígero baila sobre la hoja de la espada de la venganza que Dios me entrego para ejercer tal labor. Hacia años que no sostenía la empuñadura labrada en oro con mis iniciales y me adapto reconciliándome a su peso en la palma de la mano… siento su familiar calidez a mi tacto porque es un regalo que a posteriori temple yo mismo en las fraguas del infierno para aumentar su poder ilimitado.

La espada del castigo y el tormento eterno… Nemesis para mi por ser lo que queda detrás de la mismísima muerte… y ahora los dos hijos perdidos y buscados vuelven a entregar toda la venganza impuesta por los años de servicio encubierto.

Deseo subir como un foco de fuego y mi espada me recubre de su candoroso resplandor mientras asciendo dejando un agujero en el cielo con una estela plateada a mi paso. No tengo la mas mínima intención de frenar hasta que llegue a mi destino y una multitud de ángeles sin dos dedos de frente se estampan conmigo en mi avance.

Salen despedidos como bolas de un billar… para suerte de ellos ilesos de mí espada… solo quiero cumplir mi función y el resto es inocente… me escurro entre sus torpes ataques y esquivo las defensas que están lanzando para protegerse…

Intentan capturarme algunos con vida supongo que por respeto… otros van a matar y algunos de ellos han encontrado su propia muerte… no por mi, sino por sus armas clavadas en sus gargantas a conciencia.

Nemesis solo desea la sangre de Dios y el resto no son lo suficientemente adecuados para estar a la altura de merecerse ser exterminado por una espada que es leyenda en las alturas. Prosigo mi camino un poco mas deprisa… están aprendiendo de sus errores y no me apetece retrasarme.

El fuego termina por rodearme por completo… las plumas arden en los extremos con tonos rojizos vivos por la combustión del aire… la velocidad me afila junto a la espada y los dos nos volvemos una sola cosa… la venganza personificada.

El tiempo se vuelve curvo justo antes de que la luz acabe por pararse en su avance junto a mí… todo se ralentiza hasta el extremo de que congelado queda atrás de mis pasos… Mentalizo mi deseo y visualizo el objetivo sonriendo antes de acertar sobre el… atravieso su pecho de lado a lado arrasando con su contenido y desperdigándolo por la totalidad del universo.

Su energía se desparrama como un manantial de agua que lo anega todo con su inmensidad y yo dejo de arder calmado con el sosiego del líquido que apaga mi sed de venganza. Mis ojos no guardan odio alguno tras su muerte… le deseo un buen viaje y desaparece inundándolo todo de una recarga de energía positiva.

Por fin el viejo hace algo bien… me sacudo del hollín con un par de aleteos que dejan a la vista unas alas completamente doradas… Nemesis ha apagado el fuego de la rabia y ahora áurea brilla con vida propia… los deseos se cumplen cuando tienen que hacerlo.

A Dios le costara recomponerse de nuevo unos siglos y así tendré tiempo suficiente para investigar por todo el universo. Coloco la espada sobre mi espalda y salimos volando con dirección a ninguna parte.

Los ángeles se apartan porque aun habiendo sido el asesino de Dios al cuadrado nadie soportaba su divina gracia sin sal… por lo que me respetan por haber sido capaz de llevar a cabo lo que debía hacer sin piedad. Ahora soy un héroe caído… incluso por un segundo a Dios se le ilumino la cara de volver a encontrarse con mi sonrisa.

De todos es sabido que no le hizo tanta gracia su final… pero a veces no es el mejor guionista el que escribe su final sino su personaje estrella… Por consecuente estrellado me piro a otro lugar. Tengo un mundo entero que contemplar y ahora siento la paz que me calma.

Todo estaba escrito desde que al viejo le dio por darme una espada… ahora cumplo sus mandatos y dejare a la justicia que se realice por si sola. El karma a sus asuntos y yo a los míos. Nemesis y yo desaparecemos en una bola de luz blanca quizás solo seamos una esfera corpuscular mas.

Pero todo puede cambiar de nuevo… no hay mayores designios de los que puedan entrar en una botella de cristal… ahora solamente queda escuchar al silencio que por fin ha sido liberado de su cautiverio de mutismo bajo las palabras de Dios.

Habla claro en susurros de viento… es el narrador de cualquier historia que se regase con talento y con humildad… le gusta escuchar nuestros pensamientos y ahora podrá volver a realizar sus sueños. Dejar de ser el silencio.

1 comentario:

  1. ¿cuñantas veces mataremos a dios y cuántas resucitará para ser lo que es en nosotros? no hay otro poder ni otro dios que el que en ti es poder y vida

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