22 diciembre 2009

Las nubes de la infancia.



Los vientos de la tarde han traído hasta mí, rumores del mar azul de la infancia, cuando otros eran los mares que habitaban mis pupilas y aun los naufragios, eran seres mitológicos o cuentos incomprensibles y lejanos.

En esos días de estío cuyo sol tiznaba la blanca dermis de mis brazos, las nubes eran seres mágicos que cambiaban de forma a su paso por el centro de mi mundo diminuto. En la tarde de los sábados, eran las señales de humo que los indios, pobladores de esas distantes montañas del horizonte, hacían antes atacar la diligencia. Los corceles ocres de madera, a los que subido en sus lomos estaba, relinchaban encabritándose, para después, salir al galope por los infinitos verdes de los prados cercanos a mí casa. Esas nubes, eran las naves piratas, que despiadadas, perseguían mi goleta arbórea repleta de manzanas y aferrado a la cofa del mayor, era obedecido por marineros que desplegaban y arriaban velas, o hacían fuego con los negros bronces de las bandas. Jamás nadie osó navegar tales mares, de peligros llenos, con tanto brío, como aquel capitán bajito de sonrosadas mejillas.

Por el lobo que camina.

8 comentarios:

  1. Estuve hace poco paseando por tu bitácora; impresionante y envidiable el perfume de mar que se destila, te sientes cerca de esos sueños, que nunca has cumplido, de la vida de marinero, o mejor dicho, de navegante. Ahora al leerte reciente, y no es a causa de los transatlánticos, he pensado que hablas de añoranzas pero creo que pareces de los pocos que las han acariciado de cerca, no sé es un pálpito de un marinero de agua dulce o de orillas poco profundas que a veces piensa que le da miedo el mar porque de pequeño cuando iba a misa, y he ido a casi infinitas y más, al rezar el 'padrenuestro' donde decía o se debía decir "¡más líbranos del mal...!" yo escuchaba, decía "¡más líbranos del MAR...!" y creía, y luego en mis tres meses de verano escolar: el mar de Guardamar del Segura con sus 'levantes' majestuosos se encargaba de mantenerme alejado de las profundidades no fuera a tropezarme con algún cuerpo de los innumerables ahogados, quizás por entonces hasta me parecían pecadores.
    No sé, la infancia y la preadolescencia y hasta si te descuidas ahora, algo queda...
    Un abrazo y no te voy a decir que me gustaron tus palabras, pero ya ves me han destapado y han evocado 'otrosmundos' que es de lo que se trata

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  2. Bendita imaginación, no seríamos nada sin ella. La imaginación creadora del niño es más rica que la del adulto. La infancia es la época en que más se desarrolla la fantasía. Como dijo Goethe, los niños pueden hacer todo de todo.

    Besossss. Aniki.

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  3. Bello escrito, nada tan poderoso y a la vez inocente como la mente de un infante. Ojala pudieramos mantener esa simpleza, esa inagotable fuente de sueños sin corromper...
    Me hago eco del comentario anterior...Bendita Imaginacion!

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  4. Oh amables, Gracias.

    -Sargantus, agradecido estaba el lobo por su visita y comentario. La mar y el lobo son viejos amigos y todoa su vida se ha llenado de azul, incluso de ese mar antiguo y nostrum.
    Cada pluma se debe a un estilo, no voy a decirle que el suyo me gusta, pero encuentro inteligencia elocuente es sus palabras.
    Aullidos y saludos.

    -Aniki, Eso creía ellobo y hasta que un día dio con tal Jota doble Erre Te y su mundo imainario cobró nuevos horizontes.
    Celebro que te haya gustado mi lobunada, aullidos y saludos para ti.
    -Anny, no sé si se puede, pero el lobo lo intenta todos los días, en ellos está la esencia de la vida y las virtudes de todos los dioses.
    Aullidos y saludos afectivos.

    Con todo, el lobo poco navideño les saluda llevándose la mano al sombrero de lobo marinero.

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  5. Leerte todo este 2009 ha sido uno de los mejores regalos que he recibido en la vida. Siempre me hacer vivir y vibrar con tus palabras. Que el 2010 te llegue lleno de salud y que todos tus anhelos se hagan realidad.
    Un fuerte abrazo gran lobo.

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  6. Cuanta belleza, todo era distinto cuando lo mirábamos a través del mágico caleidoscopio de la infancia, a mi me queda intentar al menos que los míos lo disfruten tanto como un dia hice yo.
    Besos!!

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  7. Al lobo niño, le escribe ésta niña que en su imaginario, era princesa, maestra, escritora, pintora, mamá, novia, cocinera, veterinaria, atesorando cuadernos con dibujos y cuentos, poesías, canciones que inventaba junto a su guitarra....lobo intrépido, soñador, navegante de la infancia latente en las palabras...la niñez es un galeón repleto de aventuras, que jamás vislumbra el horizonte. Un abrazo a la deriva!!

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  8. -Mariangeles, siempre amable, me deja vaucé sin palabras. Gracias por leer las lobunadas que escribo y desear parabienes al que camina. Aullidos recipócos y abrazos afectivos.

    _El caleidoscopio no se hereda y sin embargo ellos tienen el suyo propio (y maravilloso). Haz posible ese escenario, pero deja que se esfuercen ellos en disfrutarlo a su modo
    Aullidos complices del lobo y su caleidoscopio.

    -Niña Susana, que bonito eso que dices. Desde el galeón que navega, el lobo imaginario te abraza afectivamente.

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