Shishhh no molestes a los humanos

Todos los días repetidos uno tras de otro con una monótona sucesión repetitiva. La misma mierda distinto compás… las notas varían con los días pero la melodía sigue siendo la misma. Sin gracia e insulsa como las cosas sin sal. Te intento leer y me pierdo por el camino sin ninguna razón por la que seguir adelante.

Confundido en el sinsentido de tus propósitos y las letras que no te llevan a ninguna parte más que a modestas alusiones sobre algo que no aparece por ninguna parte. Todos los peces pretenden brillar más… pero es la luz y sus propias escamas quien lo consigue por ellos. No encuentro el sentido de tus palabras porque ni siquiera tú les has encontrado el significado.

Y así no se puede volar, ni vivir, ni ser… ni por supuesto estar en ninguna parte sin sentir el aburrimiento trepando por la pared como un apestoso engendro. Te aburres a ti porque no te has dedicado a escuchar la música que ha sido escrita para tus pies. Intentas hacer algo sin sentirlo… te lo has propuesto y empecinadamente has insistido incluso rozando el tedio. Pero a pesar de tanto esfuerzo no has conseguido escuchar nada más que a un ego reconcentrado en la valoración de alguien que no atañe a tus historias.

Estoy harto de viajar por la noche sin el brillo de las estrellas porque la dichosa sociedad le ha dado que la luz artificial es el mejor invento acontecido y se han equivocado llenando sus calles y sus hogares con luz cuando naturalmente no debía de haberla. Seguridad blindada y mullida contra sus propios miedos. La realidad arroja que tan solo se trata de la oscuridad y allí solo brillan los que merecen hacerlo.

Los peces de las profundidades si que saben de eso. Visten sus mejores galas luminiscentes en el baile eterno de la noche sin fin. Son muchísimo mas afortunados que los gatos con todas sus vidas parcheando entre novelas la muerte de sus personajes... pero no ven la luz y por ello pierden parte de la magia de todo el conjunto.

No todo es valer más… querer más… tener más… En eso no se basa la vida, sino en aprendizaje. Mas vale callar la soberbia… y escucharlas sabias palabras del silencio. Condensar los pensamientos hasta que fluyan ellos mismos hacia el cauce que les llevara a su desembocadura. Se que he secado tantos manantiales como vidas ya he gastado, pero sigo sabiendo escuchar de donde viene el ruido del agua. Siento las corrientes porque ese es el talento de los hijos de fuego.

Bailamos de noche y de día porque mientras siga habiendo oxigeno, nada nos podrá agotar excepto el agua, así que gastamos parte del tiempo anegando nuestros pozos de licores espirituosos repletos de alcohol que queme las venas. No aparentamos ser lo que somos. Simplemente lo somos y no nos avergüenza, porque vivimos a nuestra manera. A quien le guste que mire… y a quien no… que tire otra moneda. Porque tiene no se anda un camino haciendo círculos concéntricos sino practicando hasta que a Taylor le de por bajar de su pedestal, poner su mano en tu hombro y decirte.

Chaval… has llegado a la excelencia.

Puedes intentar, soñar, o creer que puedes hacerlo. Pero solo lo sentirás cuando lo hayas echo. Quizás no le encuentres sentido a todo esto… es una posibilidad dentro del gran abanico de ellas. Pero la realidad es que aunque hayas practicado suficiente, nunca será bastante. Así que abre los ojos y cierra la boca, porque a escuchar se empieza parando de pensar en nada que no sea callar.