15 febrero 2010

Yo elegí...


Yo elegí, estar con vos, durante algún tiempo también me elegiste, y fue una buena elección para ambos que desafiábamos las leyes de la soledad más absoluta.
Cada momento volvería a repetirlo, excepto...lo insospechado para vos de mis tontos impulsos, la denigrante pena de terminar así con una oportunidad de amistad reconfortante... posiblemente, crees que de tan simple manera se redime un error, se concreta un adiós, desaparece la desilusión, se recupera el respeto, y se deja sin efecto aquello que incomodó e incomoda. Quizás así sea en parte...desde tu mirada puramente intelectual y claramente despojada de empatía.
Preciso escribir aunque nunca llegue a vos, como un exorcismo pedagógico....que en esto fuimos dos, que el cariño intacto es el salvoconducto para no enloquecer, que me detengo acumulando instantes felices, te destruyo y vuelvo a armar como un rompecabezas, para recuperarte en lo mejor, reconocerte en lo peor, y aceparte en la necesidad del olvido.
Mujer al fin, la madurez que me reclamás, se tropezó contra tu indiferencia una noche, me ganó el impulso, el no poder vislumbrarte a la distancia, el verme lejos de tu constancia de cariño. Ya sé, una niña te negó el remanso que una callada y comprensiva amiga te acercaba cada vez, pero al mismo tiempo...ella se negaba la cordura e ignoraba que eso sería condición suficiente para el final de una historia increíble, para sacudirse la infancia, la inseguridad, la vergüenza, la incredulidad, un nuevo duelo para afrontar, un nuevo dolor, un motivo mas de ausencia, y convertirse de una buena vez por todas en la mujer madura que ya no debe permitirse ciertas actitudes.
Yo quise estar con vos, y vos conmigo...y el tiempo que duró, mi vida se tiño de ruta, aventura, distancia, tremendos soles, terribles tormentas, lunas bondadosas, abrazos inconmensurables, manjares indescriptibles, serenidad, acompañamiento, broncas, alegrías, ternura.
Aprendí, que los sentimientos de otro, nunca nos pertenecen, así como los míos son solo míos, que mi vida, debe hacerme feliz y completarme, sin recurrir a la vida de nadie.
Aprendí, a buscar el amor dentro de mí, hacerlo propio y recién después compartirlo con alguien.
Sigo descubriendo, aprehendiendo, aceptando y desobedeciendo, descorro el velo para saber quien soy realmente, cual es el plan oculto en el desvelo, reconocerme, despojada de rencores, angustia, desconfianza, retomar la vida sin hipocresía, con la cabal certeza de no mentirme mas.




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2 comentarios:

  1. su me gusto muchisimo!y no me sorprende en vos...
    un abrazo
    lidia-la escriba

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  2. BRAVO!! estamos en constante aprendizaje...y a veces tomamos la misma leccion, varias veces...y seguimos aprendiendo....de lo mismo, muchas cosas diferentes.
    Excelente amiga! Saludos,

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