04 mayo 2010

MíRaMe.

Sus ojos su emblema… todo el mundo se acuerda de ellos una vez los ha visto… Elvira tiene uno de cada color y eso es bueno, a él le gusta mirarlos porque son inofensivos y bonitos… pero él al contrario tiene agujeros negros en vez de pupilas. Absorbe el mundo… Lo último que recuerdas ver es tu rostro acercándose a tu propio reflejo en un espejo cóncavo. Luego caes… y lo único que puedes ver es la luz al final del túnel.

Lleva gafas porque últimamente ha perdido la cuenta de cuanta gente hay ya dentro de sus retinas y tiene miedo de caer por ellos si se acerca mucho al espejo del baño para contarlos. Estima que suficientes así que ha empezado la ridícula acción de tapar su mirada… aunque odia llevar nada en la cara por eso anda IRRITADO.

Siempre hay el típico listillo que se lo recuerda, y si no le cae bien… le deja volver a mirarla. Pero lamenta el momento en que ellas le piden que las mire a los ojos fijamente. Ha perdido tantos besos como novias. Pero no puede evitar comer con la vista. Empezó leyendo… la tinta le sentaba mal, así que empezó a digerir páginas enteras, tomos y todo lo que cayese delante y fuese digno de atención.

El colmo fue cuando un moribundo le pido que le prestara atención y acabo dentro… ahora duerme con la duda de que si se murió o sigue vivo en algún sitio. Pocos devuelven la mirada y todavía conserva algunas amistades intactas. Esquiva las distancias cortas y evita brindar al estilo alemán. Le gusta levantar la copa y bebérsela de un trago.

Es un chico sencillo de mirada letal. Algunos que han sobrevivido, cuentan que el secreto es mirar el espejo y no querer pasar. Comentan algo de la curiosidad de querer ver que hay detrás y los riesgos que conlleva, incluso dicen que el secreto de no caer; es mirar su sonrisa que es básicamente lo que queda a la altura.

Una vez atrapó una preciosa oruga llena de cien colores y tras caer… apareció al segundo después por su sonrisa aleteando alegremente. Eso relata las leyendas. Los que han logrado escapar no explican tanto, para ellos es una confusa experiencia con punto de partida pero sin límite de conclusión. Aparecen donde sea… sin guardar ninguna relación. El tiempo es variable… de unos segundos a unas horas. Algunos no vuelven en la vida… o puede que no a verle por supuesto.

Pero no olvidan… y eso ya es aprender algo. Otros van mas allá y como el idiota de su vecino que llama a su timbre todas las mañanas. Se asoma por la mirilla y pega su ojo en espera a que él abra la puerta. Se lo dice mil veces y mil y una reincide.

Para ese pobre chico significa lo más emocionante del mundo. Prefiere acabar en cualquier lado menos en su casa. Sonríe amablemente y le pide permiso. Él sonríe y acepta extrañado. Ese chico termina por salir de cualquiera de las maneras. No es que sea su amigo, pero le mira con confianza.

4 comentarios:

  1. Un beso hasta tu corazón
    Te invito a pasarte por mis letras.
    Un beso
    Amalia

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  2. Leer tus letras es como navergar en un inmenso mar de buenas ideas, creatividad, originalidad y sensibilidad...
    Me dejo llevar en estas olas que van y vinen...
    Como siempre encantada, necesito navegar más a menudo..jeje

    Un beso muy grande amigo
    Buen finde!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Me gusto muchisimo...muchisimo. Un abrazo!

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