21 abril 2009

Vuelve


Mi soledad, mi niña mimada,
tu ausencia me devora cuando mi alma
rompe en un llanto ahogado.
Me hace falta tu paz y tu silencio,
necesito la distancia de tu compañía
y la inmensidad de tu respiración.
La sal de tus besos en la noche
ya no me duerme,
y mi cuerpo está perdiendo vida
sin tu piel.

Mi soledad, mi pequeña locura,
vuelve a mí como el otoño,
haz caer las hojas caducas
que penden de mis sueños,
para que puedan renacer
a un nuevo día.

Soledad, mi soledad,
cubre mi cuerpo lentamente,
como la brisa marina en verano
en esas largas noches de calor,
y méceme hasta dormirme,
para que pueda descansar,
al fin,
contigo.

2 comentarios:

  1. Es un poema muy bonito. Lo que me inspira es que la soledad es algo así como una mujer indomable, que no puedes vivir con ella, pero tampoco sin ella.

    ResponderEliminar
  2. La soledad debe de ser nuestra amiga comun al fin y al cabo. Ninguno de ellos hemos estado ausentes de su compañia. Asi que en el fondo es nuestra musa mas melancolica y la mejor consejera entre todos los silencios sobretodo por la noche.

    Buena tu soledad tan grande como una cama de plumas donde caer rendida a sus encantos esparcidos por las suaves sabanas de su presencia.

    ResponderEliminar

Mensaje