
Cuando no la vemos en el cielo, escondida tras las nubes, parece que el mundo se va a caer. Desmoronados se desfiguran los tejados que desde la ventana miramos, y hasta los gatos intuyen que su diosa les ha abandonado, pero no es verdad.
Sé que al otro lado mira de puntillas el mundo que habitamos y se ríe complacida. Sabiéndose a solas se despereza y haciendo un alto en su rígido caminar, da volteretas en el cielo y se eleva o hace cabriolas alrededor de la osa mayor, que asustada la mira en su continuo palpitar.
Por eso cuando las cortinas del cielo ocultan su brillo, miro su máscara y sonrío imaginándola libre, en su vagar por el oscuro manto de la noche.
Cuando no la encuentres en el cielo o entre las nubes la veas esconderse, sonríe y guarda el secreto que atesora la diosa de la noche.
Por el lobo que camina.
uhhhhhhhhhh!!!muy lindo!jeje hasta los seres más hermosos necesitan un momento de soledad!
ResponderEliminarEs precioso sentirla así.
Que bellooooo!!!
ResponderEliminarMe encanta...
hermoso, sensible y original!
Un abrazo
me haces suspirar!!!!
ResponderEliminarque bello escribes!!!!!
un beso con garra.
-Vale, la soledad hace que nos encontremos a nosotros mismos, pero ésta obra está dedicada a quienes sin verse mantienen la ilusión de imaginarse...
ResponderEliminarAullidos y saludos.
-viviane, muchas gracias por su efusividad, el lobo se postra en reverencia.
Aullidos y saludos.
-Vangelisa, la garra del lobo es una pluma que dibuja en la arena de ésta playa sin nombre. Gracias por leer siempre al que camina.Con mi agradecimiento vuela un abrazo afectivo.
Aullidos y besos.